Noli me tangere. Encáustica sobre madera. 100 x 204 cm. (dos soportes de 100 x 102 cm.). 1999
Paisaje cerca de Alhama de Granada.
Técnica mixta sobre lino. 2011
Gracias a todos los amigos que tuvísteis a bien en la tarde del lunes 13 de compartir conmigo el acto de inauguración de mi exposición. Gracias a la Casa de la Cultura de Maracena al concejal de Cultura de Maracena, al comisario de la exposición Jesús Carlos Cardenete y a su alumno Miguel, por ofrecerme la posibilidad de mostrar mi obra en la magnífica sala de esa entidad, prestar su ayuda en el montaje y compartir conmigo la apertura de la exhibición.
Especial agradecimiento a mi gran amigo Jóse G. Bautista, por su amistad e incondicional ayuda siempre que se la pido, y también en esta ocasión.
Especial agradecimiento a mi gran amigo Jóse G. Bautista, por su amistad e incondicional ayuda siempre que se la pido, y también en esta ocasión.
A continuación incluyo un enlace a la galería fotográfica publicada en la edición digital del diario Ideal:
http://zoom.ideal.es/galeria/exposicion-de-casimiro-casas--azul-en-el-tiempo.html
Maracena.tv ha tenido a bien publicar también en su página un mosaico de fotografía de la exposición y el acto de su inauguración,
http://www.maracena.tv/archivosweb/fijos/galerias/galeriaexposicioncasimirocasas/galeriadefotos.html
y un vídeo recogiendo algunas palabras que leí en ese momento:
Ideal.maracena también dió cuenta de la inauguración de la exposición el pasado martes 14:
http://maracena.ideal.es/reportajes/431-casaa-reivindica-la-cultura-con-sus-pinceles.html
Os recuerdo que sigue abierta hasta el 29 de febrero, de 18 a 21:30 horas de lunes a viernes.
Transcribo a continuación el texto sobre la cultura leído ante los asistentes:
"Entiendo la cultura como una reflexión que la sociedad hace sobre sí misma. La pintura, la escultura, el teatro, el cine, la fotografía, la literatura y todas las manifestaciones culturales que una sociedad genera le proporcionan, no sólo una imagen de sí misma, sino que también constituyen un conjunto de ideas, reflexiones y sensaciones sobre su propia realidad. Como en un espejo inteligente, se ve en ellas reflejada con todas sus inquietudes y preocupaciones, con sus defectos y sus virtudes. Vendría a ser la conciencia que un grupo humano tiene sobre él mismo y su devenir en el tiempo y en la historia. En ella están sus anhelos y sus miedos. Cualquier manifestación cultural en sí misma puede que no tenga demasiada importancia, pero en su conjunto, son imprescindibles para cualquier sociedad que se considere humana. Se equivocarían nuestros dirigentes si pensaran que la cultura no es necesaria, que únicamente hay que atender a las necesidades materiales de las personas, ya que una sociedad que dá la espalada a la cultura es una sociedad ciega, una sociedad cautiva que será llevada, sin ni siquiera darse cuenta, a donde quieran los que manejan su timón. Una sociedad culta, una sociedad rica culturalmente es una sociedad más consciente y más libre. Tal vez por eso los poderosos han tenido siempre miedo a unos ciudadanos cultos y bien informados, capaces de analizar los mensajes que les llegan y de trascender lo aparente, capaces de hacerse, en mayor medida, dueños de su destino. Por eso me parece importante que en estos momentos cuidemos de que no desaparezcan de los presupuestos las partidas dedicadas a la cultura; que la educación de los jóvenes no se limite a instruirlos en matemáticas, en física, en informática, en inglés, sino que se siga ocupando de educar, en el más amplio y profundo del término. Y todo esto fundamentalmente desde el ámbito que los ciudadanos hemos conquistado a lo largo del tiempo, no sin esfuerzo y sin luchas, desde el ámbito de lo publico: de la enseñanza pública, de los museos y salas públicas, desde todo tipo de instituciones públicas cuya finalidad es difundir la educación y la cultura y estimular estas actividades.
En este sentido, tengo la impresión en lo que conozco, que los ciudadanos de Maracena han tenido desde hace mucho un gran interés por la cultura, que se mantiene, y de cuya realidad es una muestra esta Casa en que nos encontramos, con sus múltiples actividades y talleres, con su incesante ir y venir de vecinos y monitores en su actividad diaria.
Para mí, que practico desde la niñez esto que llamamos pintura, la creación plástica ha supuesto siempre no sólo una actividad agradable y un motivador medio de expresión, sino todo un reto vital. Sumergirse en el misterio de los los colores, intentar ese milagro de que unas pinceladas sobre un soporte plano creen un mundo capaz de trasmitir sensaciones, ideas, emociones... El artista no sólo contribuye a la cultura de la comunidad donde vive, (si esta así lo considera), sino que recibe en inmenso beneficio de perseguir una meta constantemente renovada, de una lucha a veces dura y a veces gratificante para conseguir algo que nunca se alcanza totalmente. Hoy día, en que se favorece encandilar a los individuos con las mieles amargas del consumo, el arte proporciona un medio inagotable de conocer el mundo y conocerse a si mismo, un lenguaje para plantear preguntas y buscar respuestas, una manera de disfrute y placer plenamente humana. Por eso, desde mi humilde condición de aprendiz de artista, animo a quienes me escuchan a no permanecer quietos, a participar en el mundo de la cultura de la manera que les resulte más gratificante de que y más les pueda enriquecer: desde leer un libro, a ver una buena película o pintar un cuadro.
Y a propósito de pintar un cuadro, terminaré recordando una anécdota que cuenta que una vez le preguntaron al pintor
impresionista Renoir cómo conseguía darle un tinte tan delicado y sugerente sus desnudos. El pintor contestó:
-Yo no hago más que pintar, pintar y seguir pintando, hasta que tengo ganas de pellizcar. Entonces sé que ya está bien.
CASIMIRO CASAS. Maracena, 13 de febrero de 2012.
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